Hay momentos en tu vida en los que necesitas a todos y a la vez no necesitas a nadie. Últimamente podría decir que vivo en esa situación constante.
Que debería estar estudiando sí, pero en cambio aquí estoy, vagando entre letras y pensamientos que un día puede que me ahoguen, mientras tanto salvan. Ojalá llegue ese día. Ese día subiré como la espuma y podré afirmar a pleno pulmón de que puedo con todo, no lo dudo. Seré fuerte, de una manera que puede que no lo haya hecho nunca. Llegaré hasta el punto quizá de ser invencible, si me permitís decirlo, ya que todo me dará igual. Ese día me daré cuenta de quien está realmente a mi lado, aunque la verdad es que ya lo estoy haciendo poco a poco y he de decir que estoy sorprendida. ¿Será para bien o para mal? Os dejaré con la duda.
Ese día me importará tan poco todo que seré feliz. Miraré y recordaré todo lo que he pasado y sonreiré, sonreiré mucho, porque gracias a eso soy quien soy y estoy ahora aquí. A todas las personas que han pasado por mi vida solo me queda decirles gracias por dejarme ser libre y poder ver más allá. Gracias a eso he conocido y experimentado cosas que no cambiaría por nada.
Mientras tanto seguiré como hasta ahora, haciendo frente a todo lo que se me venga encima con una sonrisa en la cara. Esa sonrisa que tanto me caracteriza, pero que pocos saben como estoy en realidad. Seguiré poniéndome a veces la etiqueta de que de buena soy tonta pero bueno, es que así soy, solo quiero que me descubras tu por tu cuenta. Que me experimentes y te quedes a desordenarme un poco la vida, a hacerme feliz con tus pequeñas cosas. Yo te daré la bienvenida como te mereces.
miércoles, 22 de abril de 2015
martes, 7 de abril de 2015
Decepciones.
Sois todos unos mierdas. Bueno va, tú no, a ti
aún te quiero un poquito por estar por aquí ahora. Pero la sociedad en general sí.
¿Qué es eso de dejar ir a una persona que te
importa? ¿Qué es eso de abandonar todo por miedo? ¿Qué es eso de dejar que el
orgullo pueda con nosotros? Todos habláis mucho pero a la hora de la verdad
pocas personas harían cualquier cosa por la otra. Será que tengo una visión
equivocada de la vida, y eso de que te llegue a importar más la felicidad de
otra persona que la tuya propia por momentos ya no se lleva.
Ahora somos más de decirnos te quiero y motes
cariñosos, de decir “no te rayes tía” y pasar de todo lo demás. Cuando lo único
que necesitamos es un abrazo y un poco de compañía. Y es que no hay nada más
bonito que valorar esos mínimos detalles que hacen grande a la persona y poder
darle todo lo que se merece.
Decepciones es lo que te vas a llevar en esta
vida, asúmelo. Pero depende de ti el cómo disfrutes de ellas. Ríete y muestra
indiferencia. Porque no hay nada mejor que estar vivo y todo lo demás son meras
preocupaciones, las cuales no vas a dejar que te hagan retroceder en todo este
camino que te queda por recorrer. Así que vive y sonríe.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)