2014.

Hoy vamos a dar por finalizado un año más en mi vida, 18 para ser exactos, y todos estáis de lo más sentimentales despidiendolo. Para unos a sido malo, para otros bueno. Pero que eh, os vais a quedar con las ganas de saber como ha sido el mio, porque la pereza me puede y porque me parece una tontería.
La gente que me importa ha estado en todo momento a mi lado, así que ellos ya lo saben todo. Muchos se han ido perdiendo por el camino pero a esos solo me queda decirles que hasta luego, que os vaya bonito por allí donde yo no os vea. También he de decir que he conocido gente nueva y maravillosa, y me alegro mucho de haberlo hecho.
Problemas he tenido, como todo el mundo, pero para que ponerme a contar las penas? Esas se irán hoy con el alcohol y ya no van a volver a aparecer. Porque como dicen, año nuevo vida nueva. Así que espero que esta sea la definitiva.
2015, pórtate bien, sigue trayéndome buenos momentos y espantame todo lo que puedas los malos. Yo prometo seguir siendo fuerte con lo que me traigas y espero poder afrontarlo. Prometo también seguir sacando sonrisas a todas las personas que me rodean, y no hacer tanto caso a quien me ignoran.
Así que solo me queda decir que, Bienvenido seas 2015!

Me gusta.

Me gusta, entre otras cosas,
porque a su lado mi pasado
son cien pájaros en la mano
y yo volando.
Me gusta porque es capaz de no mirarme a los ojos
y seguir viéndome,
porque me habla de hipotecar el presente
por un futuro incierto,
me gusta porque me promete
cruzándome los dedos.
Me gusta porque cuando hablo de vivir
el mundo es el resto
y él es el que suma.
Me gusta porque conoce el respeto
dentro y fuera de lo eterno,
de todo y no teme
porque sabe que siempre entre mil opciones
tengo una elección.
Me gustan mil mentes,
pero su cabeza en las nubes
no la cambio por ninguna.
Me gustan mil caras,
pero cada vez que tiro una moneda
cuando me falta aire
me sale cruz.

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Levanta la mirada y aprecia,
la forma de mirar que tiene su alma.
Lo fácil que parece sonreír cuando ella lo hace.
Levanta la mirada y escucha,
el sonido de un corazón indomable,
la intensidad de una mente que no repara en sueños,
el tacto de su risa insaciable.
Por eso te dejo las llaves de mi futuro debajo del felpudo para que entres.
Por eso te dejo miguitas de pan por el camino,
para que siempre me encuentres.