lunes, 12 de octubre de 2015

Rutina.

Nunca habría imaginado que le tuviese tantas ganas a la rutina, a los lunes y a la semana. Lo fines de semana están vacíos desde que no estas, desde que vuelves y te vas en cuestión de segundos. Segundos que duran poco, demasiado poco diría yo, pero que marcan un hueco en esta cabeza llena de locura sin entendimiento. Y en cuanto menos te lo esperas  llega la noche, la nostalgia y la melancolía ¿y aquí quien está? Mis ojos azules como mares siguen sin entender lo que me pasa. He dejado de creer que alguien más que ellos, que lo ven todo, pueda entenderme. 


Y que conste que yo siempre he odiado la rutina. Toda yo soy contradicción, ¿o es que antes tenía algún motivo para romperla?